La alargada sombra del dopaje deportivo

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Un médico detenido con 40 bolsas de sangre heredó la maquinaria para las transfusiones y los clientes de un condenado hace 10 años.

Denifl, ganador en Los Machucos en 2017.

Una Operación Puerto ‘made in Austria’

El miércoles de la semana pasada la policía austriaca llevó a cabo su particular Operación Puerto.

Con las informaciones de un deportista arrepentido, irrumpió en un chalet del Tirol en Seefeld, donde se disputaban los Mundiales de esquí nórdico.

Detuvieron a cinco esquiadores —a uno de ellos le encontraron en mitad de una reinfusión de sangre, con la aguja clavada en una vena del brazo— y a cuatro personas más, incluido el médico alemán Mark Schmidt.

Cuando los colegas alemanes registraron la clínica de Schmidt en Erfurt, encontraron un congelador con 40 bolsas de sangre.

“Hablaré, lo diré todo”, se rindió Schmidt, viejo conocido del mundo del ciclismo ya que fue el médico del Gerolsteiner, el equipo que despareció en 2008 después de que varios de sus corredores dieran positivo. “Aparte de esquiadores hay ciclistas”.

Los dos ciclistas implicados

Antes de que el doctor empezara a cantar, dos ciclistas austriacos acudieron a la fiscalía y confesaron que alguna bolsa de sangre les pertenecía. Uno, Stefan Denifl, de 31 años, cuyo mayor éxito es la victoria en la etapa de los terribles Machucos, en la Vuelta de 2017, está en paro; el otro, Georg Preidler, de 28 años, es uno de los hombres de confianza de Thibaut Pinot en el Groupama.

Georg Preidler equipo Groupama

La alargada sombra del dopaje deportivo

También habló Michael Rasmussen, el ciclista expulsado cuando iba líder del Tour de 2017 por sospechas de un dopaje que no fue detectado. “Esas máquinas me suenan”, dijo viendo fotografías de las instalaciones de Schmidt, en las que destacaban dos máquinas para tratar la sangre, valoradas en unos 100.000 euros. “Son las mismas que usaba mi agente Stefan Matschiner para congelar mi sangre en Humanplasma”.

Matschiner ha confirmado que vendió las máquinas a Schmidt en 2010 cuando él fue condenado a prisión por organizar en la clínica Humanplasma, en Viena, una red de dopaje sanguíneo para los mejores ciclistas del pelotón. “Y también le pasé a Schmidt mi lista de clientes”.

Uno de esos, ya retirado, era Thomas Dekker, un joven holandés de tremendo talento que, como cuenta en su biografía, comenzó con el dopaje de la mano de Eufemiano Fuentes, y se pasó a Humanplasma cuando la Operación Puerto acabó con el negocio del médico canario.

Rasmussen añade que pese a doparse a conciencia con transfusiones, sus valores hematológicos nunca habrían hecho saltar su pasaporte biológico. “¿Para qué sirve, entonces?”, se pregunta Rasmussen.


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